Lugar de trabajo

El futuro del espacio de coworking

Los espacios de coworking han tenido un éxito a prueba de bombas en los últimos años, y ahora están liderando la innovación. En todo el mundo se están transformando para tener una infraestructura más nueva, más grande y más completa. Un creciente número de grandes empresas están utilizando espacios de coworking para sacar partido del contacto con freelances y pequeñas start-ups.

01.06.2018
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¿Espacio de coworking? ¿No es una solución para acomodar a freelances que se sienten claustrofóbicos en casa y no quieren pasar sus horas de trabajo en cafés con WiFi? Ya no. Tienen una infraestructura perfecta, una atmósfera estupenda (incluso para las reuniones) y, cada día más empresas que se relacionan con los freelances. ¿Qué es lo siguiente?

Los grandes actores están interesados en contratar espacio de trabajo en espacios en los que las start-ups están ya trabajando. El gigante americano de la fabricación de muebles, Haworth, que se ha encargado de equipar a algunas empresas de coworking, ha publicado un documento sobre ello. Gabor Nagy, director del programa de investigación de Haworth, cuenta sus principales hallazgos: “Cada vez más, las grandes empresas se han dado cuenta del potencial del coworking para mantener una cultura de innovación. Las oficinas compartidas pueden cambiar el trabajo intelectual y ser un catalizador para la innovación”. Nos cuenta también que los empleados se encuentran más a gusto en los espacios de coworking. “Los empleados jóvenes prefieren trabajar en una start-up que en una multinacional porque piensan que su trabajo va a destacar más así.”
 

Más sociable, menos jerárquica

Así es como los empleados perciben la atmósfera en un espacio de coworking, y es lo que les ayuda a trabajar de forma más autónoma. Nagy predice que “cada vez más empresas van a utilizar espacios de coworking, pero también van a construir los suyos propios. Va a ser una combinación.” ¿Quién va a entrar en esa combinación? Gigantes de la tecnología como Verizon, Microsoft, Apple, Google e IBM han iniciado la tendencia y se ve ya la inclinación en todos los sectores a destacar pequeños grupos de empleados en espacios de coworking como si fueran avanzadas para la innovación. Algunas de las empresas que ya lo hacen son Twitter, VolksWagen, Bacardi, General Electric y Spotify. A Uber también le gustan los espacios de coworking. Permiten a sus empleados convertirse en embajadores de la marca mientras toman café conversando con freelances y start-ups. Esto tiene también una razón puramente económica: ¿Ampliar las oficinas centrales? ¿Comprar o alquilar oficinas? ¿Para qué? Los espacios de coworking son una alternativa rápida, flexible y sin obligaciones.

También puede hacerse lo que el gigante Ottogroup ha hecho en Hamburgo, donde ha establecido el espacio “collabor8” en un almacén que no estaba siendo utilizado, para fomentar el desarrollo del talento entre sus empleados, en el propio lugar de trabajo.

Algunos de los espacios de coworking han sabido ganar relevancia utilizando para ello un estilo particular, mientras que otros se introducen en el mercado utilizando aproximaciones innovadoras y servicios especiales. Uno de los clásicos en Europa es Betahaus en Berlín. Creada inicialmente como un lugar mejor para los freelances que no querían pasar su tiempo en sus casas o en las cafeterías del barrio, ahora tiene sucursales en Hamburgo, Sofía y Barcelona y forma parte de una red global de socios que promueven talleres y concursos de charlas de start-ups. Berlín es una ciudad en la que el coworking está experimentando un crecimiento explosivo, ya que ofrece una gran abundancia de oportunidades de desarrollo para los trabajadores solitarios y eso provoca que los grandes proveedores mantengan una competencia con uñas y dientes.

“Hoy en día las start-ups pueden crecer muy rápidamente y no tiene ningún sentido esperar a dentro de tres años para decirles entonces que quieres trabajar con ellas. Tienes que estar presente desde el principio.”

Patrick Imbach, director de Crecimiento Tecnológico de KPMG

 

Los espacios de coworking han estado presentes en Europa desde hace tiempo

“Factory Forty” adopta una atmósfera informal en el centro de Bruselas. Curiosamente para una empresa con esa filosofía, su oferta incluye salas de hasta 200 personas. Factory Forty permite a sus clientes utilizar las salas que alquilan como su dirección oficial. Esto da la oportunidad de tener tu propia sede central con las ventajas de la flexibilidad y la proximidad a las start-ups.

En la localidad italiana de Brescia, “First Floor” ofrece salas con la intención declarada de crear sinergias y facilitar nuevas alianzas. El principal proveedor mundial, la estadounidense WeWork, abrió en 2017 su elegante “WeWork La Fayette” en un edificio histórico de Bellas Artes en París, cerca de los grandes almacenes, con el objetivo de ofrecer un entorno estimulante para la inspiración. Dispone de la última tecnología con un estilo de los años 20 a lo largo de once plantas y 12.000 metros cuadrados. En Tenerife el coworking se ofrece conjuntamente con el co-living. Cada sala de “Coworking in the sun” tiene espacio para tres alojados, que comparten una cocina y un baño. Cada uno de ellos disfruta de su propio dormitorio, así como de las instalaciones. El propio nombre promete una atmósfera de trabajo atractiva.

Los espacios de coworking son también una opción interesante para la educación y la formación. General Assembly, un proveedor internacional de formación, hace uso de los servicios de TechSpace Aldgate, en el East End londinense, el más grande de los cinco espacios de que TechSpace dispone en la capital. Esto les permite ser flexibles con el espacio que necesitan. Tom Ogletree, el director de Impacto Social + Asuntos Exteriores de General Assembly explica que “nos permite establecer puentes entre innovadores actuales y futuros. Ofrecemos formación en una serie de de disciplinas técnicas y creativas. En TechSpace nos relacionamos con freelances y pequeñas empresas.”
 

¿En qué consiste exactamente un espacio de coworking?

Una descripción más ajustada sería “espacio de trabajo compartido”. La razón de ser de un espacio de coworking es proporcionar a los freelances, los nómadas digitales y las pequeñas start-ups un lugar de trabajo permanente, flexible, sin ataduras, y sin una gran inversión inicial. Se proporciona y comparte la infraestructura necesaria. Todos se sientan juntos, pero no necesariamente trabajan juntos. No hay reglas sobre cómo deben dividirse los espacios. A menudo se distribuye en una sala abierta, con una cafetería y sofás en una esquina, despachos individuales, minioficinas con áreas de descanso compartidas. Todo vale, pero nada es obligatorio. Aquí nació también la práctica, ahora común en las grandes empresas, de trabajar en un sitio diferente cada día. Muchos espacios de coworking ofrecen también seminarios y talleres para todos. Promueven un sentido de comunidad ofreciendo desayunos conjuntos en incluso su propias redes sociales. Esto atrae a las empresas, que alquilan espacio para proyectos concretos, lo que les permite atraer trabajadores freelance y estar en medio de las nuevas ideas y tendencias que se abren camino en el mercado.

“Estar conectados al lugar donde nacen buenas ideas mantiene a nuestros equipos actualizados y los hace mejores.”

Matt Donovan, Director General de Microsoft Office Marketing

 

Lo que hace diferentes a los espacios de coworking es un sentimiento de comunidad

A pesar de que inicialmente no hay lazos establecidos entre las personas que comparten un espacio de coworking, éstas sienten que se encuentran entre otros que piensan como ellos. Las start-ups ven la oportunidad de encontrar socios potenciales y las grandes empresas ven una oportunidad de mantenerse en contacto con lo que está ocurriendo. Todos tienen la ocasión de establecer contactos en un entorno de comunidad. Un elemento común es que los espacios de coworking dan a las empresas acceso al conocimiento de los trabajadores más jóvenes, que tienden a ser escépticos respecto a trabajar en un entorno corporativo. Lena Schiller Clausen, emprendedora y co-fundadora de Betahaus Hamburgo piensa que “muchos proyectos innovadores fracasan antes de arrancar porque las estructuras corporativas son demasiado rígidas. Los procesos establecidos, la organización jerárquica de las grandes corporaciones no permiten un espacio creativo en el que uno se pueda desarrollar por sí mismo. Los espacios de coworking ofrecen a las personas y a las grandes empresas la oportunidad de entrar con facilidad en sus comunidades. Si quieres atraerte a trabajadores jóvenes que trabajan en campos digitales creativos, tienes que adoptar una forma de pensar compatible con la nueva forma ágil y altamente relacional en que trabaja esta nueva generación digital.”

WeWork es el proveedor de espacios de coworking más grande del mundo, y el que crece más rápidamente. Trabajan desde el otoño de 2017 con Airbnb de forma que si, en algunas ciudades, alquilas un apartamento a través de Airbnb, al reservar se te ofrece la posibilidad de alquilar un espacio en un WeWork cercano. A su vez, Airbnb es un cliente de WeWork en algunas ciudades, como por ejemplo en Berlín. En el verano de 2018, WeWork abrirá el mayor espacio de coworking de Alemania. El que será el quinto WeWork en Berlín se está creando en un alto edificio diseñado por Renzo Piano, en Potsdamer Platz. En otoño pasado, WeWork se mudó a un edificio de varias plantas en Breitscheidplatz, en Kurfürstendamm, y varias grandes empresas alquilaron espacio allí.

Miguel McKelvey, co-fundador y director ejecutivo de WeWork, cree que hay una rápida tendencia hacia el coworking corporativo. “Los bancos de hoy en día tienen que competir por el mismo talento que Airbnb y Facebook. Y si quieres atraerte a esa gente, necesitas estar en un sitio de moda.” El coworking corporativo es el segmento de WeWork que crece más deprisa, con un 20% de crecimiento anual. Los freelances, creativos y start-ups no son ya el público objetivo de sus campañas, sino que ellos mismos son parte de las campañas, para atraer a las empresas. Karl L. Wambach, director ejecutivo de Brookfield Properties Germany, el propietario de Daimler-City, al que pertenece el edificio, está muy contento con la iniciativa del gigante del coworking: “WeWork está convirtiendo Potsadamer Platz en un centro de atención para la escena creativa y juvenil de Berlín.”

El panorama está muy activo. Lo que está claro es que a las grandes empresas les interesa establecer contacto con los espacios de coworking para estar en contacto con las últimas tendencias, y pueden hacerlo sin correr riesgos económicos. ¿Evolucionará el coworking, según pasa el tiempo, en un concepto más amplio y se convertirá en un mercado establecido entre trabajadores freelance y corporaciones?